lunes, 20 de febrero de 2012

Hoy, no soy yo.

Hoy me siento extraño, hoy no giro con el mundo.
Sin embargo, permanezco quieto y el cielo da vueltas
dejando una estela pastelada, preciosa, como tú.
Hoy se me cae el cuerpo, hoy me siento mudo.
No obstante, palabras son las que escribo aquí, sin más.
Se llena la habitación de una luz blanca, perfecta, como tú.
Hoy, a pesar de todo, no me veo capaz, hoy solo estoy feliz,
feliz en mi deseo de que termine envuelto en mantas.
Cambiar mantas por una voz, una dulce voz, como la tuya.
Hoy no me pertenece nada, hoy no existe nada para mi.
Mariposas tiran de hilos, planean mi autoderrota.
El nudo se deshace, sube hasta mi cabeza.
Hecho polvo de estrella, juego a dejarme caer, a no saber.
Juego a los ecos y juego a los versos, estoy tan perdido
como enamorado de una nube, o quizá seas tú esa nube.
Hoy no me hagas caso, hoy mienteme y juega conmigo.
Creo destrozarme, creo caer eternamente por un pasillo,
uno lleno de color, mirando hacia arriba, suave imperfección.
Modesto sentimiento, se me acaban las palabras.
Ahora solo espero que comprendas, que disfrutes,
que escapemos, que me perdones, que llegue la noche.
Y con ella, tú.

Christian Zapico, yo.
Un día bonito, en espera de un atardecer rojo.

2 comentarios:

  1. De lo mejor tuyo que he leído Christian, sublime de verdad, delicioso.
    Me dejas congelada con tus palabras y la forma de enlazarlas.
    De verdad

    ResponderEliminar
  2. Es este, me encanta, de verdad, y no lo diria de no ser asi. Muy tu,un tanto extraño,descolocado como dices pero con sentido, y muy sincero y sentimental, que odioso por todo ello ;).

    ResponderEliminar

incursiones